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Cuando el amor os llame, seguidle,
aunque su camino sea arduo y tortuoso.
Y cuando sus alas os envuelvan, ceded a él,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda heriros.
Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda aplastar vuestros sueños,
como el viento del norte asola vuestros jardines.
Porque así como el amor os corona, os crucificará.
Así como os agranda, también os podará.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol,
también penetrará hasta vuestras raíces y las sacudirá de
su arraigo a la tierra.
Como gavillas de trigo, se os lleva.
Os desgarra para desnudaros.
Os cierne, para libraros de los pliegues que cubren vuestra figura.
Os pulveriza hasta volveros blancos.
Os amasa, para que lo dócil y lo flexible renazca de vuestra dureza.
Pero si vuestro miedo os hace buscar solamente la paz y el placer en el amor,
entonces sería mejor que cubrierais vuestra desnudez
y os alejarais de sus umbrales hacia un mundo sin
tempestades donde reiréis, pero no con toda vuestra risa,
y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas.
(...)
El amor no da más que de sí mismo
y no torna nada más que de sí mismo.
El amor no posee ni es poseído.
Porque el amor es todo para el amor.
Pero si amáis y no podéis evitar tener deseos,
que vuestros deseos sean estos:
fundirse y ser como el arroyo, que murmura su melodía en
la noche; saber del dolor del exceso de ternura; ser herido
por nuestro propio conocimiento del amor; sangrar
voluntaria y alegremente.
~love is insane, baby... we are too.
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